Quinta Palabra que Jesús pronuncio en la Cruz: "Tengo sed". Jesús, ya cerca de la muerte, expresa la agonía de la sed.
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Cuarta Palabra que Jesús pronuncio en la Cruz: "Dios mío Dios mío porque me haz abandonado". Él nos lleva a pensar en las veces que pensamos que Dios nos ha dejado solos. Él nunca nos abandona.
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Tercera Palabra que Jesús pronuncio en la Cruz: María, al pie de la Cruz, sufriendo por su Hijo, es proclamada Madre de todos los hombres. María es desde ese momento , madre de todos nosotros y nunca nos abandona. "Mujer, ahí tienes a tu hijo..."
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Segunda Palabra que Jesús pronuncio en la Cruz: La promesa de amor y fe que Jesús le hace al ladrón que, estando crucificado junto a él, se arrepiente y lo reconoce. "Hoy estarás conmigo en el Paraíso..."
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Primera Palabra que Jesús pronuncio en la Cruz: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen"
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Evangelio del día martes 30 del 2021
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Evangelio del día lunes 29 de marzo del 2021
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Ángelus, lunes 9 de noviembre del 2020
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Queridos amigos: compartimos el Evangelio de hoy según san Mateo
(Mt 11, 25-30). ⬇🙏
En aquel tiempo, Jesús exclamó: “¡Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla! Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien.
El Padre ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga ligera”.
Queridos amigos: compartimos el Evangelio de hoy según San Juan (Jn 6, 51-58).
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne para que el mundo tenga vida”.
Entonces los judíos se pusieron a discutir entre sí: “¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?”
Jesús les dijo: “Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por él, así también el que me come vivirá por mí.
Éste es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivirá para siempre”.
Queridos amigos: compartimos el Evangelio de hoy según san Mateo
(Mt 5, 13-16)
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada y se tira a la calle para que la pise la gente.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte; y cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone sobre un candelero, para que alumbre a todos los de la casa.
Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos’’.